La Mezquita-Catedral de Córdoba constituye el monumento más importante de todo el Occidente islámico. Su arquitecturao refleja el estilo omeya que se daba en España. A lo largo de su historia ha estado dedicada a varias divinidades.
El conjunto arqueológico de Medina Azahara fue mandado levantar por Abd al-Rahman III con el fin de asentar allí su Gobierno. Llegó a albergar a más de 25.000 personas, pues todos los organismos estatales del Califato tenían su sede en esta inmensa construcción.
El Alcázar de los Reyes Cristianos de Córdoba es un edificio de carácter militar, construido durante el reinado de Alfonso XI, en 1328, sobre los restos de otras construcciones, pues el recinto estaba ya ocupado en época romana.
Si busca la calle más popular de la ciudad, probablemente esté pensando en la calleja de las Flores de Córdoba. Se trata de una vía peatonal a la que se accede desde la calle de Velázquez Bosco. No tiene salida y desemboca en una pequeña placita llena de encanto, con fachadas repletas de geranios y claveles.
Una visita a la Torre de la Calahorra es sumergirse en la cultura de Al-Alndalus a través de sus personajes, su sabiduría y su música. Se trata de un museo de tres plantas, con salas tematizadas.
Rodeando a la Mezquita se encuentra la Judería de Córdoba, un barrio de laberínticas callejuelas empedradas llenas de encanto, conocido como “barrio blanco”, donde lo mejor es perderse sin mapas ni relojes, para disfrutar plenamente de lo que es considerado el casco antiguo de la ciudad.